Origen de la Orden


La Orden tiene su origen en las vírgenes y viudas de la primitiva Iglesia que, consagradas públicamente por el Obispo, se entregaban totalmente al Señor en la continencia y servicio a la Iglesia.

Así fueron surgiendo, cada vez más, en las Iglesias locales; comunidades de vírgenes consagradas a Dios, quienes, observando los cánones de los Concilios sobre la vida comunitaria- de ahí el nombre de Canónigas o Canonesas- vivían la alabanza orante y eran testimonio de amor Eclesial y de amor al sacerdocio ayudando a su misión.

Entre sus obligaciones figuraban la asistencia a las funciones Litúrgicas de la Iglesia a la que pertenecía. La Oración y el rezo coral constituyó desde sus orígenes una de sus ocupaciones principales así como la educación de la juventud.

En el siglo Vlll ya se distinguía claramente monialesen un sentido de mayor soledad y con una regla como la de S. Benito, Canonesasdedicadas al servicio litúrgico y eclesial.

Durante la Edad Media, estas comunidades femeninas tuvieron un intenso desarrollo y florecimiento. Al igual que de los clérigos de vida común (Canónigos Regulares) adoptaron la regla de S. Agustín en el siglo Xll.


A nivel de nuestra Orden, hemos renovado los Estatutos, Constituciones y Hábitos según las normas del Concilio Vaticano ll.